Dr. Pascual Rubén Valdez
Prof. Medicina Interna UBA
Presidente XVII Congreso
Nacional de Medicina

Les doy la bienvenida a este evento científico, el XVII Congreso Nacional de Medicina y las XXXIV Jornadas Nacionales de Residencias de Clínica Médica.

Este Congreso tiene la particularidad de desarrollarse en el contexto de una crisis social producto de la globalización (viejo enemigo que adopta a través de la historia diferentes nombres) con su lógico impacto en la salud, y en este aspecto, es crucial la tarea que desarrollan los médicos clínicos y los pediatras, en los diferentes niveles de atención (centro de atención primaria, consultorio, sala de internación, guardia, sistema prehospitalario) que son los que “atajan” todas las falencias del sistema (desde la falta de materiales, de recurso humano, de ensañamiento de pacientes y familiares ante la única cara visible) en un sistema de inequidad creciente, donde la brecha entre ricos y pobres es cada vez más amplia, lo cual aumenta la demanda asistencial para recursos siempre insuficientes. Y todo esto en un marco signado por el deterioro de la capacitación secundaria a múltiples razones, con falencias en los sistemas formativos en general (escolar, de grado y posgrado), como se pudo ver en las 2 décadas pasadas. Se notan en los últimos años avances en algunos países de la región, aquí nos preguntamos cuál puede ser nuestro aporte para Argentina.

Aún frente a la crisis, nuestra Sociedad siguió fomentando el desarrollo científico y académico, como se puede ver por la producción de trabajos (cerca de 500 por año) y los cursos anuales que dictamos. En el 2008, en el Congreso Mundial organizado en conjunto con SMIBA, sociedad amiga, se han presentado más de 800 trabajos, habiendo obtenido 2 hospitales públicos los 2 premios más importantes de dicho congreso. Es bien conocida la historia de nuestra sociedad, que comenzó estas actividades investigacionales con los residentes en 1974, y con los congresos convencionales en 1991, con un federalismo democrático con repercusión en varias ciudades del país.

Quiero agradecer especialmente a Luis Cámera y al resto de la CD por haberme confiado tan enorme responsabilidad como es la de organizar este evento anual y quiero recordar a una persona que fue fundamental en el desarrollo de la actividad científica de estos Congresos, ya sea a través de sus cursos, sus sugerencias estadísticas y metodológicas y su enorme tarea en la revisión de abstracts, que fue el Dr. José Tessler, maestro para muchos de nosotros, fallecido hace unos pocos años, y en su honor el primer premio del Congreso de este año llevará su nombre. Y no me quiero olvidar de la gran tarea de Norma Cámera, nuestra secretaria, ni de Mario Cámera, fundador de la Sociedad con su eterna creatividad.

Un deseo, abierto en el tiempo, es que se redefina el rol del clínico, con su pensamiento crítico vertical y lateral, su capacidad de trabajo en equipos de salud interdisciplinarios, su disposición hacia la docencia, la investigación y la educación continua, con capacidad para identificar y resolver problemas, con formación bioética, con lectura crítica, que sepa utilizar las herramientas apropiadas para su actividad, y que no olvide que su prioridad es la salud de los ciudadanos. Debemos recuperar la mística de las residencias. Pero son necesarios varios compromisos: de los médicos recién graduados, de los médicos más experimentados, de los gremios relacionados a la salud, de las escuelas de medicina, de las autoridades sanitarias, y de los gobiernos, cada uno en su espacio.

Finalmente, espero que disfruten de este congreso, escuchen o presenten conferencias y trabajos interesantes, hagan nuevos amig@s, establezcan redes sociales y científicas entre regiones alejadas o cercanas y fundamentalmente, que se diviertan.